PÉRDIDA DE HERRADURAS

Cualquier caballo ha perdido herraduras en alguna ocasión y, como suele pasar, siempre en el peor momento... Debemos ser conscientes de la pérdida de una herradura no es algo que suceda en un instante, sino que viene motivado por una serie de cuestiones que debemos tener en cuenta y controlar.
Estos factores son múltiples y afectan al herrador, al jinete y al propio caballo; sin contar los motivados por las características del terreno de entrenamiento u otros elementos que en principio pueden parecer insignificantes pero que suponen altos factores de riesgo; como por ejemplo la presencia de moscas. Si el caballo está constantemente rodeado de moscas, utilizará sus patas para intentar espantarlas y este golpear constante termina por aflojar sus herraduras y levantar los remaches.
En realidad existe una amplia lista de causas que provocan la pérdida de herraduras, cada una de las cuales debe tenerse en cuenta:

  • La colocación de una herradura no adecuada por parte del herrador (pequeña o grande).
  • Que el casco crezca sobrepasando la herradura.
  • Utilización de clavos excesivamente pequeños.
  • Que el caballo pase excesivo tiempo estabulado.
  • Lugares con barro o malas condiciones.
  • Exceso de peso en el animal.
  • Exceso de trabajo.
  • Realización de una labor no adecuada para el caballo.
  • Utilización de sillas o aparejos no apropiados.
  • El caballo presenta un temperamento nervioso o vicio de rascar y golpear contra suelo o pared.

De cualquier manera y para evitar la pérdida del herraje en el peor momento, no cabe otra solución que la de mantener una regularidad en las visitas al herrador junto con una constante observación de su estado.